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¿Jugamos a discutir? Peleas de hermanos.
Resolviendo de forma diferente las peleas entre hermanos El juego es el principal medio de aprendizaje y desarrollo cognitivo, afectivo y psicomotor en la primera infancia, ¿qué pasaría si lo usáramos cuando se suceden de forma reiterada peleas entre hermanos? Aquella tarde vi cómo no paraban de pelear la una con el otro: miradas y expresiones de enfado, elevación del tono de voz incluso, llegaron a coger algún juguete para tirarlo. Se había dado una situación en la que no se ponían de acuerdo y trataban cada uno de imponer con mucha fe y fuerza su criterio sobre a qué iban a jugar. Ella tiene cinco primaveras y su hermano…
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¿Nos venden los sueños de nuestros hijos? Navidad.
Aturdidos por la rapidez del tiempo, inmersos en tantas responsabilidades, bien organizadas en eficientes horarios, llegamos de nuevo a la Navidad. ¿Cuál es el significado de la Navidad para la infancia? En una época el año en la que los más pequeños sienten la seguridad de que algunos de sus sueños se harán realidad en forma de regalo, seguramente en eso podríamos estar la mayoría de acuerdo. El asunto, sobre el que a lo mejor, no hayamos hecho nada al respecto, es sobre cómo influenciamos los adultos en sus “sueños”. Desde finales del mes de octubre, tras la «luna de miel» del inicio del curso escolar, comienzan a incorporarse de…
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¿Nos perdonamos? Enseñando el valor moral del perdón
En ciertas ocasiones nos invaden la tristeza y la melancolía por experimentar que no conseguimos ayudar a nuestros hijos como nos gustaría. Depende del grado de exigencia de cada uno de nosotros, hasta dónde nos «castiguemos», por no llegar a ser la expectativa del modelo educativo que queremos. Contemplé cómo educaban a esta pareja de hermanos, bajo la premisa de saber pedir perdón. Esto consistía en que se dieran cuenta de que, con un gesto, una palabra o un golpe, hacen daño a otra persona, y lo que hay que hacer cuando esto sucede es «pedir perdón». Sin embargo, ocurre como cuando te subes al coche, que automatizas el movimiento de ponerte…
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¿Ser padre o ejercer de padre?
Las primeras líneas de esta reflexión intentarán dejar clara la siguiente premisa: «para hablar de mí, no necesito hablar de ti». Los padres debemos dejar de compararnos con las mamás para ajustar el concepto y definición de la paternidad, pues, por naturaleza, ambos somos diferentes e indispensables para los niños. Ser padre… te acompañará durante todos los años de tu vida, orientando a tu hijo, a través de las diferentes etapas de su desarrollo, «siempre lo llevas puesto», forma parte de ti. Es por ello, que cuando leo una noticia triste sobre la vida de algún niño, doy gracias a la vida, de poder tener la suerte de abrazarte cuando…
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Mi mejor error como madre
Convivo cada día con el peso tan grande de saber que mis errores en tu educación dejarán heridas y huellas en tu línea de vida. Simplemente por desconocimiento, o quizás sea por descubrimiento, he ido adaptándome a las situaciones que hemos ido compartiendo juntas desde que eras un bebé. Nunca fui una madre «reloj», que obsesionada por las horas, comenzaba a cuadricular y estructurar tus rutinas; recordé que como a mí misma, cada día es diferente, y no en todos tenemos las mismas ganas ni nos apetece lo mismo. Espero de todo corazón, que mis mejores errores como madre, sean los que te ayuden no «ahora», sino en este ratito…
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¿La familia? ¿Pilar de la educación?
Tantos años leyendo en libros y manuales de educación, que el pilar de la educación de los niños es su familia y, sin embargo, una vez conoces de cerca la paternidad, te das cuenta que eso es falso. Conoces de primera mano la impotencia de ver que debes emplear la mayor parte del tiempo de tu vida en trabajar para poder garantizar un estilo de vida «normal, como el de todo el mundo», en el que la sombra del dinero lo condiciona todo. Y entonces, cuando debes de ser el pilar de tus hijos, tiras de lápiz y papel y a penas tienes tres horas al día para ejercer de…
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Dejen de pegarme… (3ª Parte). Carta de una víctima de Bullying a sus agresores.
Sin lugar a dudas, formarás parte de mi vida, siendo un «antes y después» en ella. Me crea confusión identificar de entre todo lo que ha pasado, lo que más me ha hecho daño. Por un lado están las veces que me bajabas los pantalones con los calzoncillos y me pegabas, y por otro, están todos los «compañeros» que sacaban sus móviles y nos grababan para burlarse de mis genitales, subiendo el video a youtube. Es duro, muy duro, tenía 11 años cuando empezaron (la bromita de clase se normalizó, y mira en lo que se ha convertido), y lo digo en plural, porque eran niños y niñas, los que formaron…
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¿Facebook? ¿Pero qué has hecho mamá?
Facebook ¿Una imagen qué vale? ¿Más que mil palabras? Quizás viendo lo que he tenido que ver prefiero una conversación a tomar como cierto lo que ven mis ojos, que viven en una sociedad sorda y jerarquizada por la imagen «escogida» de lo que tenemos, hacemos y somos. Hace muchos años, las líneas del párrafo que siguen, se hicieron un dogma para una generación de padres e hijos «digitalizados»: «Si puedes verlo, es cierto«. Este dogma pone a disposición de nuestro ego, una herramienta tecnológica, que nos aleja de nuestra auténtica identidad como padres, madres y educadores. Se ausentan las melodías de las palabras cruzadas en las conversaciones entre padres e…
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¿Por qué has suspendido a mis padres?
Sin remedio alguno, allí estaba junto a Don Enrique, el tutor, exigiendo explicaciones a pesar de mi corta edad por el suspenso de algunas asignaturas este Trimestre. «Mi único trabajo es estudiar», me dicen a diario papá y mamá, por eso no entiendo que pueda haber algo más importante para ellos que el educarme y formarme como persona… ¿Qué otras prioridades puede haber? El boletín de notas me disgusta muchísimo, las calificaciones obtenidas por asignaturas son nefastas: Ocio y Tiempo Libre junto a mí: Suspenso – El tiempo que mis padres me ponen una película, mientras ellos chatean con el móvil, «eso no es estar conmigo», como tampoco es ocuparse…
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Carta pidiendo PERDÓN, del «verdugo» de tu hijo. NO al Bullying.
Esta carta es para tu hijo, soy su «verdugo» (tal y como me apodaste en la carta que me dirigiste), y estoy entregado en este momento a disculparme con él, ruego que le permitas leer estas líneas. Vivo hipnotizado por las agujas del reloj, que suenan desde el pasillo del correccional para menores, en el que me encuentro aislado a consecuencia de la sentencia por haberte acosado y humillado en el Instituto. Ahora mismo cumplo una condena de 16 meses. Los primeros días y meses seguía buscándote en mi imaginación, con la fantasía de poder cargar sobre ti toda mi rabia, la misma que me llevó a estar tras estos…