Infancia

Niños y abuelos, los grandes alejados de nuestra sociedad

Creer como padres y madres, que nuestros modelos de crianza y estilos educativos, son mejores que los de otras generaciones, puede provocar que cometamos uno de nuestros mayores errores como padres, que sería «situar una línea divisoria entre los abuelos y sus nietos».

Ciertamente los modelos educativos de hace 25 años distan de lo que en la actualidad es cultura, sin embargo las riqueza de las vivencias y experiencias que tuvieron, sí son un gran legado que debe transmitirse.

Abocados en un estilo de vida familiar, con largas horas de escolarización y jornadas laborales, los niños pasan gran parte del día ocupados, pero…

¿dónde quedan esos minutos para escuchar a los mayores?

Hay abuelos y  abuelas, que han conocido personas de 3 siglos diferentes, han escuchado y visto situaciones que pueden transmitir valores y mensajes positivos sobre el valor de la vida, a nuestros hijos. No existe ninguna pedagogía actual, que no tenga paralelismos o similitudes con otras más antiguas, si bien, se han ido modificando y amoldando al contexto histórico de cada sociedad.

Esta sociedad parece que castiga a  mayores y niños, creando recursos educativos y asistenciales, que los separan, cuando como un libro abierto, nuestros mayores podrían ser facilitadores de diversos aprendizajes.

Este distanciamiento, ha provocado que se haya dejado de respetar la figura del «anciano», infravalorándolos desde el desconocimiento.

El papel de madres y padres, es de seguir siendo hijos, para que los pequeños vivan todas las posibilidades que le ofrece su familia, pues la forma en la que interactúan con los mayores en casa, marcará el como lo harán luego en la sociedad.

Para cerrar este post, comparto este video que refleja el sentido del mismo.