Adolescencia,  Crecimiento personal,  Infancia

¿Mamá por qué esa niña es rara? Educando en la inclusión social.

EDUCANDO PARA LA INCLUSIÓN SOCIAL

Sin duda esta será una de las conversaciones que recordaré toda mi vida, y la misma será recordada en la ocasión que sea necesario a mis pequeños, educando para la inclusión social.

Estando una tarde en el parque Loli y su hija Alicia de 6 años, vi como llegó Julia una niña de unos 9 años, que  jugaba sola mientras el resto de niños y niñas la observaban. De repente Alicia se bajó del columpio que estaba al lado de Julia, se acerco a su madre y tuvieron la siguiente conversación:

–¡Mamá! ese niña es rara no quiero estar con ella, me da miedo.–Le dijo susurrando la niña en el oído a su madre.

–¿Rara? ¿Qué es ser rara? –Le replicó la madre.

–Es diferente mamá.–Dijo Alicia.

–Diferente..¡ah! te refieres como tu hermana y tu. Ustedes también son diferentes: color de ojos, tamaño.–Le explicó su madre.

–Mamá, no entiendo a esa niña. ¿Por qué habla mal? No sabe hablar.–Le preguntó su hija.

–¿Te refieres que está aprendiendo a hablar y escribir como tú? Todos aprendemos de forma y en tiempos distintos.  Ella también tiene derecho a ir a su ritmo como tu.–Le dijo su madre.

–Estoy triste mamá, no sé porqué la niña es así.–Le expresó a la madre con expresión cabizbaja.

–Sentir compasión por alguien es algo muy tierno y bonito, te felicito. Hija te encantan los dibujos de «LadyBag» (esa chica con poderes que salva a los buenos de los malos). Sin embargo en la vida no hay «malos» con los que luchar. El mayor acto de valentía es atreverse a amar y respetar a las demás personas como son. Tu eres capaz de serlo.–Le contestó su madre mientras se fundían en un abrazo.

Al acabar la conversación Alicia se acercó a jugar con Julia,  fue muy fácil para ambas encontrar gustos en común que se tornaron en risas y carreras.

¿QUÉ PODEMOS HACER DESDE CASA?

La «inclusión social» no es llevar a nuestros hijos al cine a ver la película «Wonder»  mientras comen cotufas, para luego evitar que compartan su tiempo con niños que no consideráramos «normales«. Interésate en conocer proyectos cercanos a dónde vives para que tus hijos pueden participar en actividades en ellos. Es lo más normal y natural,  ha sido el mundo del adulto (con sus prejuicios) el que los ha excluido y de forma mecánica se lo estamos transmitiendo por error a las nuevas generaciones.

Además ten en cuenta como padre y/o madre que desde tu posición puedes fomentar la inclusión social y favorecer el desarrollo moral y en valores de tu unidad familiar:

  • No hagas burlas ni bromas a otras personas por su aspecto físico (peso, altura…)
  • Cuando hagas invitaciones para repartir en  el cole, incluye a todos sus compañeros y compañeras.
  • No aceptes que para poder realizar un evento para tu hijo o hija, deban de «quedarse fuera» otros niños o niñas.
  • Ofrece retos semanales para que conozca a toda su clase, que no se cierre a su grupo de amigos o amigas. Por ejemplo invítale a que te cuenta cosas sobre todos sus compañeros.

El recorrido de la infancia debe de enseñarles que no son «ni mejores, ni peores que nadie», y para ello es nuestra responsabilidad como padres y madres transmitirles esto mismo, de lo contrario estaríamos situando a nuestros pequeños por encima del resto. La sociedad necesita «de todas las personas que la integran», o por lo menos la sociedad que sueño para mis hijos (una sociedad que evita encasillar a las personas por capacidades intelectuales, condiciones culturales, religiosas o sexo).

Ese sueño no se hará realidad, si desde mi familia no salto las barreras que les ponemos a otros grupos de niños y jóvenes.

Para que ellos incluyan debes de incluirte tu también, eres el faro que guía sus valores morales y desarrollo emocional.