Que no te salpiquen las rabietas.
Intentamos pasar de cuclillas por los momentos que nos hacen sufrir como madres y padres, sin embargo hay algunos que serán inevitables, sus rabietas.
En este post de forma muy sencilla y práctica, vamos a ofrecerte claves para que los puedas ayudar a regular su rabia e ira.
Imagina que tu hijo, lleva en las manos una palangana llena de agua. Se encuentra agitado, exaltado, enfadado y descontrolado. El agua se mueve a trompicones de un lado a otro, al igual que la emoción de la rabia, hay un descontrol de sus emociones.
¿Cómo lo podrías ayudar para que no se le cayera el agua?
- Cálmate, pues si estás agitada lo que va a suceder, es que os salpicará a ambos la rabia. Regula tu tono de voz y lenguaje corporal, para que le guíes.
- Acepta que tiene derecho a sentir de esa manera, no castres sus emociones. No te antepongas a sus necesidades, porque te resulten desagradables sus rabietas.
- Olvida los juicios de las personas que están alrededor en ese momento, sus opiniones y críticas no son lo que van a calmar a tu pequeño, eres tú y tus herramientas para gestionar emociones.
- Quiérelo más que nunca, es una oportunidad para aprender de ti, como desenvolverse con su rabia e irá.
De esta manera, podrás acercarte a él, acariciándole sus manos, sentirá tu afecto y respeto por sus necesidades, y con ello serás capaz de guiarle a calmar la agitación de su enfado. Imagina de nuevo esa palangana llena de agua que salpica bruscamente, pero poco a poco, van calmándose las aguas.
Ese agua representa su enfado, el cual no merece ser etiquetado como negativo, sino comprendido (todas las emociones tienen su utilidad, incluidas la rabia y la ira).
Te recomiendo que continúes con la lectura del siguiente post!