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Sala de espera de las decisiones
He llegado justo en el momento oportuno, ni antes ni después. Hay muchos asientos vacíos, en la Sala de espera de las desiciones de mi vida. Este lugar tiene para todos los que llegan, un espacio en el que mantenerse ocupado, sentado o de pie, mientras aguardas con tu número en la mano. Y te ves así, mirando una pantalla en la que van pasando turnos, cada vez más próximos al tuyo, haciéndote continuamente estas preguntas, ¿y qué hago, si hasta ahora no lo he hecho? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué podré hacer? Cada una de ellas, nos lleva a un tiempo de vida distinto; si te das cuenta, la primera…
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Retomar
Retomar el cuaderno de Bitácoras, para cuando has derribado y superado los obstáculos que llevabas luchando durante tanto tiempo, con tu cuerpo y tu mente acostumbrados a vivir con la tensión de la incomodidad del paso del tiempo sin que nada cambie, hasta que cambias tú. Volver a buscar esas líneas de cal pintadas sobre la tierra marrón de los caminos arcillosos de la vida, en las que encontrar refugio y límites seguros, en los que sentir tranquilidad y confianza en que cada paso dado, es firme y te lleva a donde quieres tú mismo. Volver a ser, cambiar, transformarte y evolucionar, dejando atrás las habilidades anticuadas y entorpecedoras que…
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Ver el encanto de la vida
Veo sus ojos clavados en el paisaje, con la ventanilla bajada de su coche, golpeando el aire su cara de asombro que disfruta viendo lo desconocido. Qué recuerdos me trae ese niño que viaja en la parte trasera del coche de sus padres. Esa ilusión en la mirada consigue que esos instantes sean ilusionantes (vemos la vida de la misma forma que ella nos mira a nosotros). Esos instantes son destellos en el tiempo intangibles pues únicamente son y serán recuerdos de algo que pasa ante ti. Ahora bien, ¿por qué perdemos esa mirada ilusionada en el día a día de nuestra corta vida? Ahora somos nosotros los que vamos…
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Fdo.: SSMM Los reyes magos. La Carta no vanidosa para estas Navidades.
Esta carta es para ti: Para ti, que sabes que ya ha llegado la Navidad, por las largas colas que hay en los accesos a los Centros Comerciales donde vendemos y adquirimos los sueños e ilusiones de los más pequeños, los que aún creen en la «magia» de estas fechas, aunque sea bajo un manto de papeles de regalos y cinta adhesiva. Este año, como otro, tú también formas parte de estas aglomeraciones, de este «corre corre», de la prisa, del inconformismo, serás un cordero más del rebaño, guiado por un perro (el consumismo) y un pastor (el dinero) en estas fiestas, bajo la influencia de los catálogos de juguetes…