Adolescencia,  Crecimiento personal,  Infancia

¿Qué hacer si tu hijo de 6 años te insulta? Ni te imaginas lo que hizo este padre

Sin pretender salir del paso ante el conflicto que tienes entre manos cuando alguno de tus hijos te insulta, hay ante ti una gran posibilidad para que los puedas enseñar a corregir esta acción utilizando tu creatividad.

Era una tarde cualquiera entre el padre de esta historia y su hija de 6 años cuando ante la negativa de una petición de la niña, ella comienza a decirle gritándole: «eres feo… tonto… no te quiero… no quiero estar contigo… eres malo…». La carga emocional de la niña era de mucha rabia. El padre le pedía por favor, que le respetara, que con esas palabras negativas le hacía daño… sin embargo ella no paraba, él se fue a su habitación pensando en qué hacer.

¿Con 6 años escuchas y ves esto? Asusta observar que a edades tan tempranas con esa facilidad los más pequeños sean viscerales hasta ese punto.

 

Esta situación era la oportunidad perfecta para este padre de enseñarle a su pequeña el «peso» que tienen las descalificaciones que te hacen otras personas y se le ocurrió la siguiente idea:

  • Elaboró un collar de papel con varias notitas pegadas. En cada una de ellas escribió en grande cada uno de los insultos que le dijo su hija. Tras acabarlo, se lo puso y siguió haciendo otras cosas en la casa con la atenta mirada de su hija.

¿Sabes qué pasó a los pocos minutos? Su hija le preguntó a lo lejos  que se había escrito en lo que llevaba colgado. Para su sorpresa, cuando este se acerca, reconoce cada uno de los comentarios despectivos que le hizo.

Ella le pregunta, ¿para qué te has puesto eso? El padre, con voz calmada, le respondió:

– Hija, cada vez que dices algo negativo a una persona, un insulto, una descalificación, esta pesa sobre la otra persona como la etiqueta de cualquier producto de un supermercado y, este collar lleno de notas, son las cosas que me has dicho cuando estabas enfadada. Por ello, debemos siempre tratarnos con respeto.

A continuación, la niña le exigió al padre que se lo quitara, pues le pidió perdón. A lo que el padre le contestó:

– Hija, estas notas de papel no se borran con una palabra, ven, ayúdame y te explico. Coge y quítame con tus manos esos comentarios y dime que no son ciertos, haz una pelota con ellos y tíralos al cubo de reciclar. Después, dame un abrazo fuerte.

La violencia y la agresividad como medida correctora o educativa pueden provocar más «violencia y agresividad» o, por el contrario, «miedo y represión». Desde casa comienzan a generarse los pilares básicos de las relaciones interpersonales. Lo que ven como normal lo convertirán en patrón de comportamiento. Utiliza el amor a tus hijos como fuente de inspiración para ofrecerles aprendizajes creativos, que les lleguen al corazón.